
A menudo me surge la ineludible pregunta acerca de nuestra existencia. ¿ Por qué nos afanamos cada día por únicamente sobrevivir y competir entre nosotros de una forma poco racional y altruista y tendente al egoísmo y la frialdad?
Hay una posible respuesta y es , primero; somos simple y a la vez de forma compleja, es decir de forma contradictoria o de oxímoron, la conjunción de bioquímica, física, hormonas,neurotransmisores,plasma sanguíneo, sistema linfático,electricidad y ante todo y sobretodo coordinación.
Quizás esa coordinación, que se rige por el ciclo circadiano producido por el núcleo supraquiasmático de aproximadamente 10000 neuronas, es probable que sea la llamada " esclavitud humana" o " desgracia humana" que convierte nuestros días en simples ciclos anodinos e insustanciales. No podemos soslayar esa inexorable evolución cíclica bioquímica diaria.
Al despertar se segrega la hormona cortisol, hormona del estrés. Dicha hormona nos pone más en alerta y preparados para la lucha o ataque ante el día que se avecina. La presión sanguínea , el nivel de glucosa y la temperatura corporal se elevan al mismo tiempo . Aunque no hubiéramos dormido en toda la noche este proceso se activaría inexorablemente por los niveles de luz que inician su progreso a lo largo del día.
La enorme competitividad de la vida moderna occidental hace que el estrés provocado por esta hormona sea todavía mayor y que a menudo se provoquen casos de trastornos de ansiedad y depresión y estrés crónico.
La ansiedad proviene ya de nuestros ancestros primitivos que necesitaban hacer una rápida decisión para poder sobrevivir ante la caza, luchar o salir corriendo , to" fight or flight".
Al final del día llega el momento en el que la "tempestad" diurna se disipa y los problemas y luchas dejados en suspensión se reflexionan con más calma. Es el momento en que se segrega melatonina, hormona del sueño ( hacia las 21:00 horas según gráfico superior), la lucha cesa y todo gradualmente termina. Mañana será otro día.